... de viaje
Reconozco que ya hace varios años vengo postergando viajes y reconozco también que la razón siempre fue para mi el no viajar sola y al plantearse viajes con amigos hacia otros rumbos (si de mi interés pero no de mi iniciativa) fui dándoles preferencia a ellos y convenciendo a mi otro yo con que "algún día" realizaría aquellos viajes... mis viajes.
Hoy, mejor dicho, hace unas semanas atrás, puse de prioridad mi deseo... y busqué información, hablé con personas, escogí el lugar, hice la reservación, compré el pasaje (sólo de ida) y para que todo fuera diferente hasta no escogí mi tan amada mochila enoooooorme sino una pequeña para viajar ligera de equipaje (sólo me he permitido un equipaje mental cargado de sueños). No me di cuenta hasta que ya llevaba unas horas en el bus lo mucho que extrañaba viajar... simplemente salir... y aunque todo el viaje (unas 11 horas cuando menos) fueron de noche, sentí que el universo confabulaba muy a favor mío favoreciéndome con un cielo infinitamente estrellado y una luna de cuarto creciente que se empinaba hacia el occidente en su viaje nocturno y a cada paso que hacía el bus sobre los innumerables ríos de esta geografía sureña tan rasgada de mi querido país, la miraba reflejarse sobre el agua maravillándome en su belleza.
En este lugar en que me encuentro, alejado kilómetros y kilómetros de mi cuna civilizada, he encontrado un refugio que bien lleva su nombre. Emplazado en las faldas del Calbuco con una vista inigualable a las aguas del Llanquihue que bañan diariamente al volcán Osorno a quien saludo cada amanecer con respeto, tal cual como otros lo han hecho en otros amaneceres. Y ahora que escribo en este pc que resulta ser una gota de tecnología en este tan alejado paraje, observo otro árbol tras la ventana, un pino sureño que baila y baila mientras el viento juguetea entre sus ramas haciéndoles cosquillas...
Vivo un exitante viaje de conocimientos y de experiencias... en la paz de estos paisajes, en la paz de mi propia alma y lo mejor de todo... soy feliz!